“Y a sus plantas rendido un león…”
La historia volvió a latir en Plaza de Mayo, miles y miles de voces, de cuerpos, de banderas, conmovieron el corazón del pueblo argentino. No fue una simple marcha. ¡Fue un grito! ¡Fue memoria! ¡Fue dignidad en movimiento!
Una sentencia injusta, arbitraria y armada desde los sótanos del poder, busca proscribir lo que no puede vencer en las calles y el Pueblo salió para defender sus derechos y su futuro.
Contra el ajuste salvaje, que cae sobre trabajadores, jubilados y jóvenes. Contra los recortes en salud, educación, ciencia y cultura.
Contra la entrega del país al FMI y a los intereses extranjeros. Contra un gobierno que ajusta, hambrea, reprime y desprecia al Pueblo.
Están avanzando sobre nuestras conquistas, sobre nuestras garantías constitucionales, sobre décadas de lucha y derechos conquistados con sangre del Pueblo trabajador, pero no les va a ser fácil.
Desde el asfalto caliente hasta las alturas de cada dron que sobrevoló la Plaza, lo que se vio fue Pueblo. Pueblo organizado. Pueblo despierto. Pueblo que no se doblega ni se rinde.
Esta lucha no empezó hoy, y no termina acá.
Hoy se hizo cuerpo en la multitud, pero vive en cada barrio, en cada olla popular, en cada abuela y abuelo, en cada piba y pibe, en cada laburante.
¡¡¡ESTAMOS DE PIE!!!
