Por un futuro soberano y justo para los jóvenes

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SOBRE EL JOVEN CANSADO DE LA ARGENTINA

Durante el primer Consejo Consultivo de adolescentes realizado el día lunes, convocado por la Subsecretaría de Niñez, Infancias y Familia, un joven leyó una carta que se viralizó y lo replicaron varios medios provinciales y nacionales.

En su discurso de poco más de cuatro minutos, dice que está cansado porque este país no tiene futuro y la juventud quiere irse del mismo porque, por un lado, no se atienden cosas importantes, como el hecho de tener que ahorrar en moneda extranjera debido a la devaluación del peso, la existencia de gente que no trabaja y se beneficia yendo a cobrar al cajero sin ningún mérito ni esfuerzo, que la comunidad trans se «encasilla» en un colectivo y se moviliza por cosas sin sentido, que las empresas se van del país y que el sector agropecuario no puede trabajar porque el gobierno le come todo lo que tiene. Y por otro lado -dice- se atienden cosas no importantes como baños para trans, y televisores para asesinos y violadores para que miren fútbol.


Para cerrar, dice que el socialismo está matando a la Argentina y que se soluciona cortando el problema de raíz y que esa es la opinión popular.

Vamos por parte. En primera instancia, debemos rechazar totalmente el contenido transfóbico (explícito) y «pobrefóbico» (tácito) de este discurso.

La comunidad LGTBQI+ se «encasilla» en un colectivo para lograr el cupo laboral trans aprobado en el 2021. Un paso fundamental ya que históricamente fueron excluides del sistema laboral y educativo, teniendo como única posibilidad la prostitución. Se «encasilla» en un colectivo para luchar por las condiciones necesarias para alargar la corta expectativa de vida que tiene hoy de 39 años, casi la mitad de la expectativa de vida promedio que tiene la población argentina. Se «encasilla» para combatir los cientos de crímenes de odio por año que sufren, donde la peor parte se llevan las mujeres trans. No es sin sentido…

Al mismo tiempo, (aunque indudablemente no nos estamos refiriendo a los mismos) coincidimos en que es un problema serio para el país, muy serio, los que no trabajan. Se estima que tienen en el país un monto que ronda los u$s 50 mil millones en letras y bonos. Los tenedores de letras y bonos fueron los grandes ganadores gracias a la política de Macri que estimó la actividad financiera en contra de la producción, cerrando las pymes, destruyendo miles de puestos de trabajo y fuentes de trabajo, generando superganancias para estos especuladores ¡Esos sí que viven del Estado!

Para completar el cuadro, el ex presidente nos endeudó con el FMI por u$s 45 mil millones que él mismo reconoció que fue para dársela a los bancos. No vimos una sola escuela, ruta o industria y pretenden que la paguemos nosotros con nuestra miseria.

En el 2022, Argentina debe destinar u$s37 mil millones entre bonos y vencimientos de deuda externa y u$s 4 mil millones para tarjeta alimentaria y potenciar trabajo (los planes) a solo 1 millón doscientos argentinos que, como contrapartida trabajan en merenderos comedores, construcción, textil, dando apoyo escolar, etc. Sencillo de ver donde está el verdadero problema.

A su vez, hablar del sector agropecuario en general -como lo hace en su discurso- es meter a todos en la misma bolsa. No es lo mismo el pequeño y mediano productor que pelean por políticas de arraigo para poder producir y quedarse en el campo, que el terrateniente parásito que asociado a pulpos de siembra y monopolios exportadores extorsionan al Gobierno guardando la producción en silobolsas especulando con la necesidad de los argentinos.

Por otro lado, uno de los principales problemas que tiene hoy nuestro país, es la inflación. Esta castiga duro particularmente a los que menos tienen. Por los principales medios de comunicación, desfilan con aires profesorales, una cantidad de economistas y políticos de derecha coreando al unísono, que para bajar la inflación, hay que dejar de emitir dinero. Y dicen que esa emisión se produce porque hay déficit fiscal, y ese déficit fiscal se produce por el gasto público. Como conclusión – a la que pretenden hacer llegar- para bajar la inflación, hay que achicar el gasto público.

Como es sabido, la emisión en si misma no genera inflación. Si se destina a la producción, habría un equilibrio entre dinero circulante y bienes, condición para que no haya inflación. Pero si la emisión se hace para ahorrar dólares y destinar a pago de tenedores de bonos y deuda externa, la inflación aumentará.

Nada dice de esto quién redactó el discurso. Porque debería reconocer que las verdaderas causas de la inflación se encuentran en el puñadito de terratenientes que tienen el monopolio de la tierra y en Argentina el 78% de la producción se hace bajo arriendo, estos cobran hasta el 45% de la producción y a veces por adelantado, trasladándose una parte de eso al precio. El puñadito de monopolios industriales que concentran el 80% de la producción. El puñadito de monopolios comercializadores que al concentrar el 82% de la comercialización, acuerdan y ponen los precios que quieren. Y por último los monoplios exportadores, siendo los principales de bandera extranjera, que se estima que 1/3 de lo exportado no paga impuestos, estafando al Estado pudiendo este aumentar la recaudación.

Para «cortar el problema de raíz», hay que tomar medidas urgentes contra estos sectores. El Gobierno debe tomar nota porque si no toca intereses de estos sectores, pretende cumplir a rajatabla con el FMI y no toma medidas a favor del pueblo que la está pasando mal, se generan mejores condiciones para el avance de las ideas esbozadas en el discurso de este pibe.

De más está decir la gravedad que eso encierra, y más en momentos como estos en los cuales sectores encabezados por el Macrismo, replicando el accionar de golpistas de otros países Latinoamericanos, combinan el trabajo de la política, la justicia y los medios de comunicación masivos, para derrocar gobiernos constitucionales que no les son afines. Hoy esto se gráfica con claridad en el ataque sistemático a las organizaciones sociales y a Cristina Fernandez de Kirchner, con quien tenemos profundas diferencias pero las dejamos para después, en virtud de la comprensión que los enemigos principales, por ser responsables principales de los padecimientos del pueblo y por la peligrosidad de la política que empujan, son los Macri, los Larreta, los Bulrich, los Milei.

Argentina no es socialista y por eso, no es el socialismo el problema de la Argentina. El problema son los terratenientes y los monopolios.

Los jóvenes no necesitamos irnos, necesitamos tierra, techo, trabajo, educación y combatir la falopa. Para esto necesitamos un país soberano, con tierra para producir, industrias, clubes, espacios culturales, recreativos…

Para todo esto debemos cumplir con las tareas inconclusas de los próceres de mayo. Liberarnos de toda dominación extranjera, NI AMO VIEJO, NI AMO NUEVO, NINGÚN AMO.

Y si no te cierra, anda nomás máquina, nadie te detiene…

Agustín Sandoval
Secretario de la Juventud Comunista Revolucionaria del Chaco

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