En el video anterior, vimos que el primer formador de precios es el Monopolio de la Tierra.
Los segundos formadores de precios son los Monopolios Exportadores:
Un puñado de empresas extranjeras y algunas nacionales asociadas con capitales extranjeros, controlan el comercio exterior, desangrando la Argentina de su producción nacional. Son Cargill, Cofco Agri, Aceitera General Deheza, Bunge, Vicentín, Dreyfus, Glencore, y otros.
Sacan del país el 80% de la producción por sus puertos con bandera extranjera, sobre nuestro río Paraná y aportan impuestos según lo que ellos mismos declaran sin control alguno. Se estima que estas empresas defraudan al Estado argentino mediante masivas maniobras de evasión fiscal, como mínimo unos 10 mil millones de dólares anuales.
Recientemente, la guerra por la invasión de Rusia a Ucrania disparó un alza en los precios internacionales de las materias primas. Las empresas exportadoras trasladan esta suba de precios al mercado interno para los argentinos. Hacen que nuestro pueblo paguemos los precios de nuestros alimentos con precios internacionales, atados al dólar como le pagan afuera y no a los costos nacionales.
De esa manera, la suba internacional de los precios que podría beneficiar a la Argentina, sólo beneficia a un puñado de exportadoras, terratenientes, grandes pools de siembra y aumenta el sufrimiento del pueblo argentino. O sea, la mayor producción y riqueza que se llevan con mayores precios internacionales es una de las causas de la inflación y la pobreza que nos queda.
Cuando el gobierno toma medidas o amaga con el aumento de las retenciones a estos sectores, la Sociedad Rural, entre otros, respondió con un tractorazo a la Plaza de Mayo, como antes lo hicieron para defender a la vaciadora Vicentín, principal fabricante de aceite del mundo y deudora multimillonaria del Banco Nación, beneficiada por Macri.