El juez Juan Carlos Codina prefirió creer en la campaña mediática del gobierno de Javier Milei y Patricia Bullrich, con complicidad del diputado Gyoker y el gobernador de nuestra provincia.
Hoy el juez resolvió continuar con la prisión preventiva de Jorge Bregui, después de una gran campaña de mentiras acusando a la Corriente Clasista Combativa y a Jorge Bregui, de encabezar una red de trata, acusando a la organización de que habrían muchas más víctimas y de que habrían muchos más dirigentes implicados: absolutamente nada de esto fue probado.
Lo concreto es que existen dos denuncias, de mujeres mayores de edad, una de ellas declaró no reconocer ninguno de los 7 lugares donde fueron los allanamientos, lugares donde se cometían los “supuestos abusos”. Por lo tanto:
El gobierno mintió en la «red de trata», mintió en la cantidad de víctimas, mintió en la cantidad de dirigentes denunciados, se desvaneció la denuncia de una de las mujeres, ¿Porqué la sociedad debe creer en la denuncia que queda, que es parte de toda la campaña?
El fiscal Victor Recio, fundamentó el pedido de prisión preventiva diciendo que una de las denunciantes se confundió “al no reconocer los lugares donde se cometieron los supuestos abusos”, y que Jorge Bregui, en una de sus declaraciones, planteó que él “es la voz de un Pueblo Originario”, por lo cual, esos términos serían considerados como una amenaza.
Desconocen por completo la cultura y la cosmovisión de los Pueblos Originarios, de ninguna manera ser una voz de la iglesia o ser una voz de tantas de los pueblos originarios, puede ser representar una amenaza.
Es necesario y urgente que la justicia chaqueña tenga una perspectiva de derecho indígena para poder comprender e interpretar sus realidades, sus fundamentos, su forma de vida.
El juez Juan Carlos Codina y el fiscal Recio discriminaron a una comunidad originaria, a una familia originaria, incluso después de 10 meses en que Jorge Bregui no ha tenido un solo contacto con la organización, hoy alegaron que se estaba entorpeciendo la investigación por el solo hecho de estar orando y cantando alabanzas de la iglesia en la vereda del Poder Judicial.
¡La lucha sigue!
¡El pueblo originario, las organizaciones del pueblo no se rinden!
¡Seguimos de pie!
