Este 8M se realizó una multitudinaria marcha en defensa de la Patria, contra el saqueo, el hambre y la crueldad del gobierno de Javier Milei y la complicidad de Zdero.
Reproducimos el documento elaborado por las organizaciones convocantes de la marcha.
Las trabajadoras defendemos la Patria, contra el saqueo, el hambre y la crueldad
La Patria está en peligro
Desde el pasado 8 de marzo, la violencia del ajuste ha cobrado la vida de miles de argentinos
y argentinas. Un ajuste brutal, violento y miserable que arranca la comida de las ollas, los
medicamentos a los jubilados, las becas de los y las estudiantes y las políticas de protección
a las víctimas de violencia y las familias. Todo esto en beneficio de los que concentran la riqueza generada por el trabajo, especulan y saquean la nación.
Denunciamos el ajuste y la estafa al pueblo perpetrada por el gobierno de Javier Milei.
Movilizadas ante los despidos de miles de trabajadores y trabajadoras en el Estado,
desmantelando áreas esenciales para la protección social, la salud, la ciencia, la producción
y la agricultura familiar. Un plan sistemático de exclusión que deja a millones de compatriotas en la intemperie.
Denunciamos el cierre de las pymes, se estima que en los primeros diez meses del
gobierno de Milei, cerca de 11.870 pymes cerraron, lo que resultó en la pérdida de
aproximadamente 92.447 puestos de trabajo en empresas de menos de 500 empleado.
Denunciamos que nuestra provincia ha sido despojada de los fondos de
coparticipación, en un pacto de silencio que entrega la patria a capitales que ni
siquiera pueden considerarse nacionales, legítimos o legales. Sin diálogo ni paritarias,
el gobernador Zdero, no anuncia nada que mitigue el empobrecimiento de los
ingresos, el costo de los alimentos, hasta de los que producimos, ni sobre la suba
indiscriminada de los servicios más esenciales, el acceso al agua o la energía
eléctrica.
Las trabajadoras, en todas nuestras diversidades-jubiladas e informales, campesinas y
originarias, estatales, cocineras, porteras y estudiantes, investigadoras, cuidadoras y trabajadoras de la salud:
Denunciamos el impacto de estas políticas que solo benefician la especulación
financiera, el extractivismo y la dependencia. Por eso, volvemos a interpelar en este
día, contra la espuria Ley de Bases, el RIGI, y les decimos a los diputados y diputadas
que la posibilitaron, que son repudiados por su complicidad. El ataque no es solo económico, también es político, cultural y simbólico.
Denunciamos la censura, la estigmatización, la represión, la persecución hasta su
cara más cruel y vergonzante, sobre los jubilados y jubiladas. Mientras tanto las
infancias y juventudes de los barrios son expuestas al consumo y el abuso.
Amenazan con eliminar la Educación Sexual Integral (ESI) de las escuelas y vetar la Ley de
Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), entre otras medidas regresivas que sumadas al
discurso de odio fogueado por el gobierno sobre las disidencias, ponen en riesgo la vida.
Denunciamos: ¡No es Libertad es Odio! ¡No avanzaran, no lo permitiremos!
Denunciamos el recorte en el presupuesto universitario y ataque a la universidad
pública, la ciencia y el desarrollo social.
Derechos de los pueblos originarios
Repudiamos la derogación de la Ley 26.160 de Emergencia en la posesión y
propiedad de las Tierras de las comunidades originarias, que suspendía los desalojos
hasta que se completará el relevamiento de sus tierras. Exigimos el reconocimiento de las tierras y los territorios ancestrales.
Exigimos la accesibilidad a servicios de educación y salud en cada población originaria
del Chaco y reparación histórica como lo dictó la sentencia del Juicio de la Masacre
de Napalpí. Repudio a la política de Milei sobre los derechos de la comunidad LGBTQ+
Denunciamos la revisión o derogación de la Ley de Identidad de Género, es un logro
fundamental para nuestra comunidad, que nos permite vivir con dignidad y respeto. Esto sería un paso atrás en la lucha por la igualdad y la justicia.
Denunciamos a la restricción del acceso a tratamientos de salud. El
desmantelamiento del sistema de salud pública es alarmante. Los recortes en
tratamientos con hormonas, el HIV, los tratamientos oncológicos y la falta de
protección para los jubilados son solo algunos ejemplos de cómo se está afectando la
vida de las personas más vulnerables. El acceso a tratamientos de salud específicos para personas trans y no binarias es fundamental para nuestra salud y bienestar.
Repudiamos el plan de Milei de eliminar el cupo laboral trans, lo que significa un retroceso en la lucha por la igualdad y la inclusión.
Denunciamos la eliminación de la protección contra la discriminación laboral, educativa y en la provisión de servicios.
Exigimos que el gobierno de Javier Milei respete y proteja nuestros derechos, y que
no promueva políticas que nos discriminen o excluyan.
La realidad de la violencia de género:
En nuestro país, la violencia de género es una realidad alarmante. Solo en los primeros 15
días de enero, hubo un femicidio cada 27 horas. En 2024, se registraron 255 femicidios y 604
intentos de femicidios, de los cuales el 65% eran pareja o ex pareja.
Nos indigna que nuestra provincia siga siendo la capital de los femicidios. Nos duele que aquí, ser niña, pobre e indígena signifique estar en peligro. Denunciamos la desidia del Estado, su indiferencia y su complicidad con la violencia.
Denunciamos las declaraciones del Presidente de la nación y el ministro de Justicia, que buscan eliminar la figura del femicidio del Código Penal Argentino.
Desmantelaron la línea 144, dejando turnos sólo con 2 personas atendiendo llamadas
de todo el país, pero también disminuyeron un 11% las llamadas a esta línea, como consecuencia del amedrentamiento impulsado por Milei.
Denunciamos la reducción de las denuncias por motivos de género. De los femicidios
registrados en 2024, sólo el 19% de las víctimas había realizado al menos una
denuncia y el 9% tenía medidas de protección, porque los discursos que niegan la
violencia que sufrimos y la política de desmantelamiento llevada adelante por Milei y
su gabinete, demuestran en cifras que lo único que generan es desaliento a la hora
de denunciar a nuestros agresores.
Mientras que, con el mercado, la guerra y la especulación financiera unos pocos poderosos
se enriquecen a costa del sufrimiento de los pueblos, nosotras trabajamos para cuidar, curar
y sostener la vida, sosteniendo con nuestro esfuerzo lo que el sistema busca ignorar y destruir.
Denunciamos la explotación de nuestros trabajos, invisibilizados y precarizados,
mientras los grandes capitales acumulan riqueza sin asumir ninguna responsabilidad
social. Exigimos el reconocimiento y la redistribución. No hay futuro posible sin justicia social.
Los hombres ganan, en promedio, un 27,7% más que las mujeres. Esta brecha se
reduce al 21,4% entre trabajadores formales, pero sube al 33,3% en el empleo
informal. Como resultado, las mujeres están sobrerrepresentadas entre las personas con menores ingresos (61,4%).
La desigualdad en el mercado laboral da en el hogar: las mujeres dedican tres horas más al día al trabajo no remunerado.
La desigualdad laboral: el 65% de quienes tienen mayores ingresos son hombres.
Esto también se refleja en el pago de impuestos progresivos, donde las mujeres están subrepresentadas.
Denunciamos una reforma laboral de hecho, que precariza aún más nuestras vidas y
profundiza la desigualdad. Mientras el gobierno y los sectores empresariales
flexibilizan derechos laborales con decretos y resoluciones, los salarios están a la
baja, despidos sin indemnización, aumento de la tercerización y la sobrecarga del
trabajo no remunerado. Están destruyendo las condiciones mínimas de estabilidad y
protección, mientras el mercado impone jornadas extenuantes y contratos basura. A la censura y la represión le respondemos con más comunidad y más organización.
Denunciamos que el sistema judicial es patriarcal, clasista y racista, estructurado para
proteger los privilegios de unos pocos en lugar de garantizar justicia para todas, todos
y todes. Vemos cómo la violencia de género, los femicidios, los abusos y las
desigualdades estructurales son reproducidas por jueces y fiscales. Repudiamos a los
cortesanos, nombrados por decreto, a espaldas del pueblo, para garantizar la
impunidad, el saqueo y la proscripción.
¡La lucha es ahora y es colectiva!
No nos rendimos, no retrocedemos. Estamos en las calles para defender nuestros derechos,
la democracia y la justicia social. Frente a quienes quieren arrebatarnos lo conquistado,
respondemos con unidad, organización y lucha.
Convocamos a todo el pueblo a sostener la militancia, el trabajo y la participación en cada
espacio para una salida a favor del pueblo y de la patria.
La Patria se defiende con fuerza y convicción.
¡Trabajadoras unidas, abrazadas y organizadas!